
Salvador Dalí, un artista entre la generalidad y la excentricidad
“El que quiere interesar a los demás tiene que provocarlos”
Egocéntrico, excéntrico, rebelde y provocador, Salvador Dalí fue un gran exponente del arte contemporáneo. Se cumplirán 21 años de la muerte de un artista que consiguió no pasar nunca inadvertido. Tenía 84 años cuando el 23 de enero de 1989 murió en el hospital de Figueres.
Atrás quedó la vida de quien fue considerado un gran artista estrafalario y un genio.
Su obra más emblemática es “La persistencia de la memoria”, hecha cuando tenía 27 años y es conocido como “Los relojes blandos” También se publicó el libro “¿Por qué se ataca a la Gioconda?”, un compilado de textos que publicó entre 1927 y 1978 en la revista Oui.
Nació el 11 de mayo de 1904 en Figueres y no fue un niño normal. “Cuando tenía 6 años quería ser cocinero y a los 7, Napoleón. Desde entonces mi ambición ha ido aumentando sin parar”, escribió en el prólogo de “Vida secreta”.
La muerte de un hermano que no conoció y que llevó su mismo nombre hizo que sus padres volcaran en él su afecto sin medida.
Descubrió la pintura por casualidad, durante una convalecencia. Pintó sin técnica óleos y acuarelas que sorprendieron a quienes la vieron. Por su rebeldía fue expulsado de centros de enseñanza como la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Su estancia en Madrid marcó su vida. Allí rondó por el CUBISMO Y EL DADAÍSMO y conoció a Federico García Lorca y a Luis Buñuel, de los que se hizo amigo. Junto a Buñuel creó “El perro andaluz” y “La edad de oro”. Su primera muestra individual fue en 1925 en Barcelona e hizo que Pablo Picasso y Joan Miró se fijasen en él. Un año después, conoció a Picasso en París. “El arte somos Picasso y yo”, dijo. La imagen estrambótica de Dalí es reconocida. “Sabía venderse mejor así mismo que a su obra. Fue un ícono de la cultura de masas”, según Javier Pérez Andújar, un biógrafo. “Era un gran pintor pero no un genio” y se volvió un “showman” obsesionado”, dice el hispanista Ian Gibson.
Tras su paso por París, donde entró al círculo SURREALISTA, y ya casado con Gala, su eterna musa, Dalí se mudó a EE.UU., impulsado a dejar Francia en 1940 por el avance de tropas alemanas. Fue un anticomunista radical pese a que en su juventud tendió a la izquierda. Algunos lo acusaron de derechista y otros creen que fue un oportunista que logró que Franco le dejara trabajar en paz.
Otra sombra que lo rodea es su atracción por el dinero. Sus últimos años estuvieron más marcados por la venta de su obra que por su novedad. Los objetos dalinianos se volvieron un negocio y también las falsificaciones. Él las favoreció firmando hojas en blanco, pues en la imitación de su obra veía pruebas de su grandeza.
El surrealismo y Dalí en Ecuador
Salvador Dalí no influye directamente en el Ecuador sino todos los surrealistas españoles, especialmente. Su influencia llegó desde los años treinta. El surrealismo entró un poco acá a remarcar sentimientos nacionalistas.
Impactó en la literatura y las artes plásticas. Rasgos de Dalí se ven en obras de Camilo Egas, como Infierno, o Los jinetes del apocalípsis, de Galo Galecio.
Artículo tomado de la sección de Cultura pag.27 del Diario El Comercio del 27 de enero del 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario